No es que
estemos sobrados de buenos políticos en España, más bien todo lo contrario, hay
una escasez alarmante, pero Francia ha elegido a la gaditana Anne Hidalgo como Alcaldesa
de Paris y Manuel Valls, anterior Ministro del Interior, ha sido designado por el Presidente Hollande como Primer Ministro para
salvar una situación complicada, muy complicada, del socialismo francés tras
unas elecciones municipales catastróficas.
Francia ha votado mayoritariamente a la
derecha en la elecciones municipales recién celebradas, e incluso la extrema derecha, el Frente
Nacional de Marine Le Pen, ha subido hasta un nueve por ciento, obteniendo
algunas importantes alcaldías, de las 150 perdidas por los socialistas.
Según las encuestas, en las próximas
elecciones europeas, a celebrar el 25 de Mayo, el Frente Nacional obtendrá
resultados superiores al treinta por ciento y, por tanto, algunos escaños en el
Parlamento Europeo.
En Francia, como pasó en su día en España
con el Presidente Zapatero, el electorado ha castigado las políticas económicas
de Hollande, y ha
puesto todas sus esperanzas en la derecha. Si en las europeas se consolida esa
tendencia, cabe pronosticar una salida de los socialistas en 2017, aunque no
queda muy claro si será la Unión por un Movimiento Popular (UMP) que lidera
Jean-François Copé, sucesor desde noviembre de 2012 de Nicolás Sarkozy, o el
Frente Nacional de Marine Le Pen,
quienes liderarán a la derecha en esa nueva etapa.
Más allá de lo anecdótico del origen
español de estas dos figuras emergentes del socialismo francés, cabe señalar
que Hollande ha elegido para Primer Ministro a su colaborador más a la derecha,
dentro del socialismo, hasta el punto de que, aun no ha comenzado su gobierno y
ya recibe críticas de los miembros más destacados del ala izquierda de su
partido a los que “no les gusta su orientación” que despierta muchas
suspicacias.
Los dos ministro ecologistas del anterior gobierno de Ayrault,
manifestaron sus deseos de no continuar en el ejecutivo, y así ha sido, dificultándole
la formación del nuevo gobierno y pasando a la oposición.
Finalmente, una vez formado el gobierno, sus críticos le acusan de no haber logrado un
equilibrio de tendencias dentro del partido, que le hace poco estable (aunque si
es paritario con 8 hombres y 8 mujeres, entre las que ha recuperado a la
antigua candidata socialista en 2007 y ex pareja de Hollade, Ségoléne Royal,
como ministra de Ecología).
Lo comentamos en “La extrema derecha europea” en Octubre de
2013: Países como Grecia, Italia, Francia, Finlandia, Austria, Hungría o Noruega ha
evolucionado hacia un crecimiento importante de los partidos de extrema derecha
y en las elecciones europeas del 25 de Mayo, agrupaciones de esta ideología
extremista pueden hacerse con un importante número de escaños.
El peligro de la
llegada a puestos de decisión de estos partidos es, fundamentalmente, su antieuropeismo
y nacionalismo excluyente, con propuestas duras y contundentes contra los
emigrantes, europeos o no, que “quitan puestos de trabajo a los nativos, abusan
de los beneficios sociales como la enseñanza y la sanidad y suponen una carga
excesiva para la economía del país”.
Alemania ya ha decidido
la expulsión de los emigrantes, sean europeos o no, que en seis meses no tengan
un trabajo remunerado. Gran Bretaña y Bélgica también anuncian medidas en la
misma línea ¿Estaremos en el principio
del fin de la Unión Europea? Se avecinan grandes cambios en las políticas migratorias
de muchos países europeos y la llegada de la extrema derecha lo favorecerá.
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