sábado, 21 de marzo de 2015

¿DÓNDE Y CUÁNDO?

           Lo acaba de decir el Primer Ministro francés Manuel Valls: “Se seguirán produciendo atentados terroristas yihadistas, solo que no sabemos dónde ni cuándo”. Muchos han criticado estas palabras del jefe de gobierno francés tachándolas de alarmistas, pero la realidad de los hechos le dan la razón.

       En tan solo tres días se han producido atentados con decenas de muertes en Túnez, Yemen y Siria. Los tres reivindicados por el grupo terrorista DAESH, autodenominado Estado Islámico, que promete acabar con los infieles allá donde se encuentren, considerando como tales, no solo a los occidentales, sino a los propios musulmanes que no se unan a su causa del terror.

       Son especialmente significativos los atentados de Túnez y Yemen. El primero, realizado por jóvenes tunecinos entrenados en la vecina Libia, tiene dos objetivos muy claros: Túnez es el único país en el que triunfó la llamada “primavera árabe” con la caída del dictador Ben Alí y la promulgación de un estado laico y democrático, lo que supone un claro desafío a los fanáticos yihadistas, y por otra parte, el ataque a un grupo de turistas occidentales en un museo, es un golpe directo a una de las más importantes fuentes de ingresos del país.

       Los 140 muertos en dos mezquitas de Yemen el viernes de oración, el primero de esas características que se produce en ese país, es un claro mensaje a los musulmanes pacíficos de hasta donde están dispuestos a llegar en esta escalada de barbarie y terror.

       ¿Dónde y Cuándo? Nos preguntamos con Manuel Valls. Ni los Servicios de Inteligencia y los Cuerpos de Seguridad occidentales, dedicados en cuerpo y alma a la detección de activistas yihadistas, con su enorme potencial técnico y humano pueden ser capaces de evitar las masacres que estos descerebrados están dispuestos a producir, donde y cuando puedan.

       La responsable de asuntos Exteriores Europea, la italiana Federica Mogherini, propone alianzas con los países árabes moderados para la lucha contra el yihadismo que se sumen a Jordania y Egipto. La Unión Europea y Estados Unidos se reúnen y hacen declaraciones conjuntas que reflejan la preocupación y la necesidad de actuar conjuntamente, pero solo algunos líderes políticos, como Manuel Valls, declara abiertamente; “Si, estamos en guerra contra el yihadismo”.

       Si tanta muerte, mucho más mediática si ocurre en occidente o afecta a occidentales, todavía no logra la unidad de acción o el reconocimiento conjunto de la gravedad del problema, de que se trata de una auténtica guerra en la que, queramos o no, estamos inmersos, y sobre todo no se emplean los medios que sean necesarios para cortar las fuentes de financiación del terrorismo yihadista y acabar militarmente con ellos, solo nos quedará seguir esperando el ¿dónde y cuándo?

       El temor a adoptar decisiones equivocadas, (tras las experiencias de Irak y Afganistán), a provocar a los violentos, o a alarmar excesivamente a sus conciudadanos, hace que muchos políticos occidentales aun piensen en la alianza de civilizaciones, en acuerdos con los países árabes moderados que legitimen su acción de fuerza contra el terror, que no contra una religión, y así, un día sí y otro también, descubrimos con horror e impotentes,  cuando y donde han decidido los terroristas acabar con nosotros.

           
           
           



9 comentarios:

  1. Aunque sus causas histórica iniciales pudieran parecer otras, y la mayoría de países se vieran arrastrados a participar en ella contra su voluntad, la Segunda Guerra Mundial fue una guerra entre la democracia y el fascismo y, hasta casi bien finalizada, no se revelaron –con horror- las aberraciones a las que había llegado el nacismo, en el exterminio del pueblo judío.
    Con cierto temor a conocer de antemano la respuesta, uno se pregunta si habría cambiado algo, si habría habido menos muertos y sufrimiento, si desde el principio se hubieran tenido pruebas del exterminio judío por los nacis y se hubiera actuado antes contra ellos. El holocausto judío no fue más que la prueba máxima, ¡la innegable! (y aún hoy sigue habiendo quienes la niegan…) de aquella barbarie; aunque pruebas reales y de idéntica contundencia, aunque de menos cuantía, las hubo desde el primer momento; pero el mundo –como era normal- tenía los ojos abiertos sólo a sus intereses particulares y coyunturales, y no los abrieron al peligro que les amenazaba (¡y que ya les agredía!) hasta que se vieron forzados por la realidad.

    ¿Cuándo y donde empezará el mundo (y empezaremos nosotros) a actuar en serio contra los nacis actuales: el yihadismo, que desde el atentado contra la torres gemelas en Nueva York, dio inicio a la tercera guerra mundial contra la democracia? Pruebas irrefutables de la barbarie actual las hay casi a diario, y no precisamente de menor cuantía, pero no reaccionaremos hasta vernos arrastrados a hacerlo por alguna salvajada descomunal.

    ¿Alguien cree que con los partidos políticos que tenemos en España, dedicados principal y casi exclusivamente al electoralismo, y no a ponerse de acuerdo para analizar y resolver de forma honesta y realista los problemas de la sociedad, llegaremos a afrontar el problema a tiempo de evitar el próximo holocausto?

    Lamento ser pesimista pero, o empezamos ¡ya!, a hacer salir a nuestros políticos de su principal corrupción: el electoralismo que les lleva a no ver más allá de su particular coyuntura electoral, o estamos condenados a llegar tarde y a sufrir el nuevo holocausto que traerá la Tercera Guerra Mundial.
    Fico.

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    1. Totalmente de acuerdo Fico. No hay mayor ciego que quien no quiere ver....y en esas estamos. Si dices cosas como las que estamos hartos de denunciar, te llaman catastrofista y cosas peores, pero aun así creo que tenemos obligación moral de hacerlo. El buenismo y el miedo tienen atenazados a nuestros políticos , me refiero a ciertos países occidentales, no todos. Ojalá lleguemos a tiempo.

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    2. Bueno un poco pesimista sí es Fico, pero idealista también. La verdad es que ni la II G. M. fue una lucha entre las democracias y el fascismo, ni todos los políticos tienen como objetivo ganar votos, ni todos los musulmanes del EI son yihadistas, ni todos los musulmanes son terroristas, aunque contemple su religión la guerra santa.
      La prensa también nos muestra una madre dolorida, incrédula, avergonzada, atónita...
      Quizás hace 100 ó 200 años, nuestro Santo Padre hubiese convocado una Cruzada ante los ataques que están sufriendo los cristianos en tierras musulmanes, en vez de ello, lo denuncia al mundo en sus pastorales, nos habla de que la forma de actuar de los católicos es otra, nos refiere a la vida de Jesús. Quizás, también nuestros gobernantes se hubiesen apuntado, sin dudarlo, a esa guerra santa, pero en vez de ello, se habla de un mayor apoyo a los servicios secretos de los países menos radicales. También nuestros Ejércitos están adiestrando a los Ejércitos de otros países islámicos buscando frenar el avance del E. I.
      Sí, el terrorismo es duro, que nos lo digan a nosotros, que hemos tenido un acceso a las libertades plagado de estos ataques traicioneros e indiscriminados, las víctimas fueron hombres, mujeres y niños, igual que aquellos. ¿Por qué?, pues simplemente, porque un grupo de cobardes no tuvo el valor de luchar por sus ideales de frente, en último caso, pensaron, el fin justifica los medios.
      Hoy, gracias a Dios, la forma de actuar de nuestros gobernantes es otra, se preocupan y una gran parte de la gente está sensibilizada ante las desgracias ajenas. La guerra, el enfrentamiento directo, a este tipo de acciones, es injusto e indiscriminado, siempre hace más daño a los más débiles y los daños morales son irrecuperables.
      La guerra debe ser el último recurso es el fracaso de la política, la incapacidad de razonar, de buscar nuevos caminos, pero es que además no logra el objetivo deseado, sino que lo va a mantener aletargado. El ejemplo los tenemos aquí a diario con la guerra civil del 36.
      Alfredo Flores

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  2. Magnífico artículo y buena precisión que estamos "contra el terror" no contra la religión. Fuerte abrazo!

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  3. Tu lo dices muy bien, Jaime: "La Unión Europea y Estados Unidos se reúnen y hacen declaraciones conjuntas que reflejan la preocupación y la necesidad de actuar conjuntamente, pero solo algunos líderes políticos, como Manuel Valls, declara abiertamente; “Si, estamos en guerra contra el yihadismo”.
    Sí, faltan unión y agallas para decir abiertamente lo que hay, y actuar con contundencia. Mientras eso no se consiga seguiremos esperando el dónde y cuándo.
    Saludos. M.

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    1. Por alguna causa desconocida estaba repetido. Esta más arriba. Muchas gracias por el comentario Alfredo. Un abrazo

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  5. Nadie es partidario de la guerra y comparto casi todo lo expuesto por Alfredo, pero la guerra no es algo que se nos dé a elegir: ¡sólo la elige el agresor que al iniciarla nos la impone!
    Es algo inevitable que nos impone el agresor, y lo único que se nos permite elegir es el momento de responder a ella. Yo soy pesimista porque el agresor ya ha decidido empezarla y porque el nulo sentido de Estado de la mayoría de nuestros políticos actuales agravará la situación, porque lo único que podemos valorar para decidir el momento de responder, es cuántas víctimas estamos dispuestos a soportar hasta vernos obligados a hacerlo. ¿Quién va a decidir cuantas víctimas más podemos asumir, nuestros políticos actuales? ¡Pues estamos apañaos!

    Si en la 2ªGM los Aliados hubieran reaccionado antes, se habrían evitado millones de muertos. ¿Quién se atrevería a retrasar un día más ese momento, sabiendo que cada día de retraso puede costar miles de muertos? Y ya sé que se podría argumentar lo mismo a favor de la no intervención, o de otro tipo de intervenciones preventivas estratégicas, pero mientras tanto el número de víctimas sigue creciendo. Evitar esa escalada en el número de víctimas es lo único que me lleva a urgir la respuesta.

    Es un tema dificilísimo. No me reconozco manifestándome partidario de la intervención, ¿pero…?

    Sólo la incultura propia de la época puede explicar (que no disculpar), que una religión como la católica llegara en su día a la aberración de la llamada “guerra santa”. Pero lo que hoy resulta del todo irracional, es que, en pleno siglo XXI, y por idéntica causa: por mantenerse deliberadamente aislada en la incultura que facilita la manipulación de sus fieles, la religión islámica, nacida unos quinientos años después que la católica, dé origen a que de ella surjan sectas que reediten hoy la “guerra santa” y afirmen como meta y finalidad propias la matanza de infieles… Es demencial.

    Si las distintas facciones de la religión islámica no se mantuvieran deliberadamente aisladas del contesto cultural general, como estrategia facilitadora de la manipulación religiosa y política de sus propios fieles, a los yihadistas no les resultaría tan fácil encontrar creyentes ya previamente predispuestos para la manipulación terrorista. Esa es la crítica que yo sí que haría a la religión islámica en general, porque no pueden seguir siendo la cantera que los yihadistas tengan siempre a mano para seguir reclutando gente fácilmente manipulable. El Islam le hace involuntariamente el trabajo sucio a los yihadistas y, además, luego son muy poco o muy levemente críticos con ellos.

    Bueno, y habría mucho que matizar y que añadir, pero no debo alargarme más.
    Saludos. Fico.

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    1. Totalmente de acuerdo Fico. Nadie quiere la guerra, aunque solo fuera por instinto de conservación, pero esta guerra ya ha empezado hace bastante tiempo y como no se paró en sus inicios, va a más a pasos de gigante.
      Las organizaciones terroristas que no se cortan de raíz al inicio de sus crímenes (como se hizo con Terra Lliure) luego es mucho más costoso en vidas (ETA).
      El ejemplo de la IIGM es muy ilustrativo. Esperemos que esta vez la reacción sea más rápida y eficaz.
      Un abrazo

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