Julio Balader, “El tenebroso”, condenado en firme a 18 años de cárcel por el asesinato de una mujer en El Puerto, viene a engrosar la ya numerosa lista de gaditanos “en busca y captura” en la que se encuentran, hace algún tiempo, tal vez demasiado, Rodríguez de Castro, Jenaro Jiménez y Luis Manuel García. El primero de ellos detenido ayer en México.
El pasado mes de Octubre, este Diario publicó un documentado reportaje
del que destacaba: “La Policía Nacional
tiene agentes siguiendo sin descanso y sin éxito el rastro de los tres”. En
alguno de los casos es la tercera orden de busca y captura. En las dos
anteriores el prófugo fue localizado, en sud América una vez y en Chiclana la
segunda.
Cuando hay sentencias de privación de
libertad en firme no se puede esgrimir, como excusa para la huida, la falta de fe en la Justicia para demostrar
su inocencia. Agotada la vía de los recursos estas personas no ven otra forma
de eludir el ingreso en prisión que poner tierra de por medio. Solución, a
juzgar por la frecuencia con que se produce, más fácil de lo que podamos
imaginar.
El sistema judicial español, siempre
tan garante, propicia, mediante la no adopción de medidas cautelares eficaces,
estos episodios de fugas que para cuando
se detectan, el fugado puede estar ya a miles de kilómetros, con un nombre e
identidad falsos, incluso habiendo creado una nueva familia y en un lugar poco
accesible para los cuerpos de seguridad.
Según el diario El País, y referido
solamente a Madrid: “Unos 3.000 ciudadanos condenados a penas de prisión de
hasta cinco años están huidos. Las órdenes de “busca y captura” dictadas por
los jueces para que cumplan su castigo no han surtido efecto. De los huidos,
600 son culpables de delitos de violencia de género. Otro pequeño grupo está
sentenciado por impago de pensiones alimentarias a sus hijos. El resto ha
cometido delitos como estafa, lesiones, robos violentos o contra la seguridad
vial, entre otros”.
Puestas en libertad condicional sin
consulta previa a otros juzgados o a la propia fiscalía, falta de personación
en los juzgados cuando se establece que lo hagan periódicamente, condenas en
firme imposibles de notificar…Todo son facilidades.